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El día miércoles 29 de agosto, cuando llegue a mi casa, a eso de las 22:30, revise mi mail, y me lleve una sorpresa, después de dos semanas de no tener encargo de taller, no era nada agradable un encargo de última hora. Pues este consistía en una fotografía en alto contraste, yo encontré una muy bonita, que me tuvo trabajando más de 3 horas, el resultado nunca me convenció. Hoy llego a clases y muestro mi propuesta y me entero que no servia, porque no haríamos fotoserigrafia (técnica la cual conozco, y pensé en ella cuando trabajé la imagen), ahí entro mi curiosidad, como realizaríamos serigrafía, sin emulsiones fotosensible, y todo eso que pensaba, me causaba inquietud.

Llegamos al taller improvisado de Mono Gonzáles, el cual estaba instalado en su misma exposición (algo muy lindo), me dieron las instrucciones y no entendía nada, todo parecía tan diferente a como yo sabia hacer (no especificare como es el proceso porque esto no es tutorialL pero quizás un día lo hago porque es simple y bonito), bueno en definitiva la actividad fue fabulosa.

Mas que lo técnico me gustaría rescatar la comunicación que había dentro de ese improvisado taller, y como con ningún interés este gran artista y comunicador nos muestra la serigrafía, como un proceso artesanal de invención y juego con las formas y colores como sus palabras nos alientan a trabajar por lo que nos interesas, nos decía “el trabajo te hace encontrar cosas”. Creo que a través de este post no pude mostrar bien lo emocionado y alegre que me dejo este taller, más de haber conocido una forma de impresión, haber estado con el maestro, no por su historia, sino como se nos presenta humildemente, con una sabiduría que da escalofríos y ganas de seguir trabajando/algunos le dicen luchando.

alfinal me decidi por un diseño que tenia desde la partida del transantiago, me demore 5 minutos en imprimirlo